Yo compro el
Diario de Mallorca para leer a Vidal Valicourt, casi siempre encuentro letras
que rompen la música abigarrada de las noticias tradicionales y envían siseos a
nuestros sentidos. Él escribe una sonrisa matutina que invita a entender cosas
que lo cotidiano nos arrebata. Todo mi cuerpo está impregnado de filosofía, y
él habla de que no hay que separar la filosofía del cuerpo porque éste no es un
impedimento para que las cosas del pensamiento puedan enraizarse. Pocos
filósofos han hablado así. Nos recuerda a Epicuro y a Diógenes; y nosotros aún
no hemos sido capaces de entender las magníficas recetas para la vida que presentaron
estos antiguos pensadores. Nos habló de esa prosa efímera de las columnas como
para justificar la no existencia de una obra total, Umbral ya lo hizo en su
día, él dijo que había decidido desangrarse en las páginas de los periódicos.
Yo no quiero desangrarme. Por eso dejo aquí mi prosa, dormida y sosegada.
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