sábado, 7 de enero de 2012

LA MÚSICA



Tengo escrito que el arte es una burbuja traviesa de la efervescencia del alma, y la música tal vez sea eso: una ebullición empírica ni sólida ni líquida ni gaseosa, sin color, sin forma, sin luz, intocable… sólo se distingue del alma porque es audible. Con ese sonido bailamos y nos emocionamos. La música puede ser muchas cosas: lo que realza el pánico en una película de terror o la manifestación extrema de la belleza, como en El Lago de los Cisnes de Tchaikovsky, por ejemplo. Parece anecdótico que algo tan intangible como la música resulte ser el medio a través del cual se pueda manifestar lo más bello de nosotros mismos, los mejores sentimientos… el amor; a través de ella somos capaces de flotar, de sentir que la gravedad se hace más débil y que nuestro amor es más sólido y romántico. La música ha estado y está en la cabeza de todas las generaciones y de todos los lugares. Cada lugar y cada tiempo con la suya. Mi padre decía: “quita ese ruido”, y yo les he dicho lo mismo a mis hijos. Battiato cantaba que lo de África es monserga, y Lady Gaga, vestida de libélula, vuelve locos a los adolescentes. Manifiesto mi admiración extrema hacia las personas que se dedican a la música, a los que la crean, a los que la enseñan y a los que la interpretan. Yo intento aprender a escuchar.




4 comentarios:

JavierSanBernat dijo...

No se quien dijo aquello de "la música amansa las fieras", nuestros recuerdos, nuestros instantes estan ligados a una u otra canción, siempre el ser humano a expresado sus sentimientos a través de ella.
Lagrimas, sonrisas, el primer beso o simplemente compañera de ratos de soledad...

JavierSanBernat dijo...

La"a" va con h, no me riñas Pedro

Pedro Tugores dijo...

Javier, que yo también he metido ese gazapo alguna vez.

Un abrazo.

emejota dijo...

Recuerdo cuánto te gustaba Moon light shadow, y cada vez que la escucho pienso en ti. Besiños.