Parece como si
las entrañas de la tierra se hubieran enfurecido en el lejano Oriente. Y que
esa rabia pudiera ser debida a que no se hicieron las ofrendas oportunas a los
dioses. Así se castigaba antaño al pueblo después de un desastre, pero ahora
eso ya no vale. Ahora los geólogos saben que ahí no hay dioses que pinten nada,
como en ninguna parte ni en ningún acontecimiento. Así que no vamos a
recriminar nada al delegado de dios en la tierra, no le preguntaremos por qué
su jefe ha matado a tanta gente inocente, igual que tampoco atribuiremos el
tsunami a una flatulencia de Poseidón. Sería mejor echar un clavel al mar con
el reflexivo deseo de que la diosa Gaia no muestre sus fauces. En 1945 Japón ya
pagó sobradamente su sanguinaria ambición de conquistar el mundo, y lo pagó de
la manera más cruel posible: recibiendo los lengüetazos de fuego de los
dragones atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki. Una manera demasiado terrible de
enseñarles a comportarse. Desde entonces han sido un modelo de conducta, de
modales, de educación y de trabajo. Sé que no hay nada ni nadie a quien rezar,
pero si lo hubiera, propondría que rezáramos para que los japoneses no sufran
más; y para que se duerman sus reactores nucleares, pero todos sabemos que no podemos
confiar en las plegarias.
2 comentarios:
La naturaleza es la naturaleza, no se, creo que en demasiadas ocasiones se revela contra todos y cada uno de los atentados que sufre, contra esa propotencia del ser humano que luego se convierte en triste victima de su salvaje acción, triste destino de esos seres humanos que miran y claman al cielo sin respuesta, triste destino de todos nosotros que dependemos del capricho de nuestro planeta al que tan poco queremos.
A pesar de todo, los japoneses están demostrando una entereza y capacidad de regeneración como ningún otro pueblo en el mundo. Imagináos si algo así ocurre en España.... EL CAOS, LA HISTERIA, GRITOS, AVALANCHAS, SÁLVESE QUIEN PUEDA........
Ojalá todo esto termine y aprendamos otra lección. El Universo se enfada por lo que le estamos haciendo al planeta Tierra.
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