Dice
la RAE que el eclecticismo es un modo de juzgar u obrar que adopta una postura
intermedia, en vez de seguir soluciones extremas. Y en nuestro país todavía no somos
capaces de adoptar una postura ecléctica, conocida ya en la antigua Grecia.
Rubalcaba representa a un partido que nos ha llevado a la ruina y Rajoy está en
contra del divorcio, del aborto y a favor de mantener vivas las arcaicas
diputaciones. Imagino que hay reminiscencias de marxismo en los motivos por
cuales nuestros socialistas no son capaces de gestionar adecuadamente la
economía. Así que, por muy eficaz que sea Rubalcaba, no resultaría coherente
que el pueblo le confiara la presidencia del gobierno. No podemos pedir a Rajoy
que deje atrás de una vez los viejos dogmas y que se haga más moderno porque no
lo hará, tampoco podemos pedir a los socialistas que sean más serios y
rigurosos con el dinero público porque no lo harán. Yo me pregunto si ellos dos
representan a personas con esas diferencias ideológicas o son ellos los que
hacen que los ciudadanos tengan esas diferencias y, por ingenuidad, la gente se
adhiera a un lado u otro. No nos engañemos: lo ecléctico y razonable sería
poder contar con la modernidad ideológica de nuestro socialismo y con la
disciplina económica del partido popular, pero eso es pedir demasiado.
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