Los
chinos creen que lo que se celebra es el cumpleaños de Papá Noel. Y eso que son
los mayores proveedores del mundo de todas esas cositas de colores que lo
adornan todo, incluso del confeti que colorea nuestras desdichas cuando la
absenta las convierte en sonrisas. En fin, unas fechas que no hacen más que
arañar las sensibilidades de una sociedad que se ha ido estructurando con
antiguas normas, unas costumbres que sitúan a la mitad de la población en un
claro fuera de juego. Un desarraigo producido por los divorcios que nos echan
de la mesa navideña el día de Nochebuena y el de Navidad, y nos deja sonámbulos
con quien sea pero no con quien deberíamos estar. Un bochorno que llena de
tristeza a las familias que han perdido a alguno de sus miembros, y que pasan
estas fechas con lágrimas llenas de añoranza. Sólo allí donde toca la lotería
desaparecen las penas, porque no sólo hay que soportar los desajustes de
nuestros corazones, también están ahí las hipotecas, la falta de trabajo o la
angustia que produce la posibilidad acechante de perderlo. Yo no quiero
felicitar a nadie, decir sólo que todas las semanas tienen un lunes, y que no
os preocupéis que pasado ese trance volverá a haber un lunes de fiestas en el
que reanudaremos nuestra vida como si nada hubiera pasado.
miércoles, 21 de diciembre de 2011
domingo, 11 de diciembre de 2011
REAL MADRID - BARÇA
A
media España le vuelan mariposas de las vísceras, dijo Valdano en una de estas ocasiones, hace años. Este comentario llamó
mucho la atención a los periodistas, quienes alabaron la visión poética del
entrenador. Estos periodistas no sabían que se trataba de un plagio, que un
poeta había hablado en estos términos antes que él. Valdano habría quedado
mejor si hubiera hecho referencia al autor de este comentario. Pero no por ello
deja de ser oportuno el apunte porque ayer a la gente le volaban mariposas de
las vísceras. Y al final se produjo una decepción para la mayoría porque según
una encuesta que se veía en la parte inferior de la pantalla, casi el ochenta
por ciento de los espectadores vaticinaba como favorito al RM para ganar la
liga. De ahí se puede deducir que en la opinión hay una influencia política.
Cataluña aspira a la independencia y a los que nos sentimos españoles eso no
nos gusta. Luego no somos imparciales porque desde un punto de vista
estrictamente deportivo, la magia del fútbol que nos muestra el Barça es
inédita. Desde Pelé o Maradona no se había visto nada igual. Una magia que ayer
dejó los morros de la soberbia impregnados por el barro sucio de una derrota
amarga. Si hubiera perdido el Barça, Guardiola habría dicho que el RM es muy
bueno, Mou dijo que el Barça ganó porque tuvo la suerte de su lado.
domingo, 4 de diciembre de 2011
LA COPA DAVIS
Muchos
hemos estado viendo la final y, después de sufrir bastante, hemos visto cómo
Rafael Nadal y sus compañeros de nuevo han dado a nuestro país el prestigioso
título. Esta clase de triunfos deportivos, igual que los futbolísticos, se
convierten en el lugar donde confluye la parte de nuestra historia en cuyos
inicios tenía las gradas con una configuración similar, pero en lugar de darle
a una pelota, le daban con una espada a los torsos desnudos de los
contrincantes, y el que ganaba era el que asesinaba al otro o el que evitaba
ser devorado por un león. Podemos felicitarnos por haber evolucionado; aunque
hayamos necesitado dos mil años para entender que nuestro ancestral afán de
lucha puede trasladarse a los juegos, que no hace falta morir ni inmolarse para
crear espectáculo. Lo importante es que gran parte de la humanidad ya lo entiende
y lo triste es que todavía hay civilizaciones que no lo entienden. La gran
cantidad de cosas que aún no hemos entendido son las que producen mucha pena, y
con el ejemplo anterior ya tenemos una pista sobre el tiempo que vamos a
necesitar para no sufrir por estupideces, para dejar de envidiar a los que
saben aparentar que están mejor que nosotros, para convertir el odio en un
residuo del pasado en lugar de un alimento para la vida, para comenzar a estar
tranquilos, y, en definitiva, para que la empatía no resulte algo extraño y
desconocido.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)