Ante el
tijeretazo económico, algunos ancianos dicen que la historia siempre se repite,
y se alarman; tienen malos recuerdos de su juventud. Los ingenieros dicen que
todo se puede hacer a una escala menor o mayor. Puede que todo esté
relacionado. Por ejemplo: muchos empresarios novatos, al principio de sus
negocios, compran un beemeuve y empiezan a frecuentar restaurantes caros. A los
pocos años se ven obligados a adoptar las medidas económicas que está
implantando ahora nuestro Gobierno: deben recortar gastos. Es normal, siempre
ha sido así. Es inevitable el efecto estupefaciente del dinero; pero al
Gobierno de un país no deberían pasarle estas cosas. Y, sin embargo, sí pasan
porque cometen actos más esperpénticos que los de muchos empresarios. Tienen
partidas de gasto más estrafalarias que el estudio de la vida onírica del oso
hormiguero, por ejemplo. Como es el destino de dinero público para levantar la
topografía del clítoris. ¿Por qué no se pasan las competencias de las
diputaciones a los gobiernos? Será para tener así más altos cargos. No somos
perfectos. Y, ahora, este pequeño restallido hace recortar cosas serias por
haber gastado en cosas no tan serias. Lo ocurrido no servirá para depurar
nuestra apariencia fingida ante los demás, seguiremos igual.
1 comentario:
Cada vez que quiero reflexionar,leo tus escritos.
Huuuuuummm interesante
Publicar un comentario