Uno
se queda perplejo y mareado con las noticias, llegan a nuestros sentidos como el zumbido de una avispa impertinente que de
una manera u otra sabemos que nos está dañando. Resulta que el sindicato, o lo que
sea, Manos limpias, tiene las manos bien sucias. Y,
además, en la asociación de usuarios de la banca también hay detenidos por
extorsión. Lo que ocurre es un desastre intolerable. Según parece, hay
asociaciones que tienen unos presidentes, secretarios, vocales, etc. que buscan lucro o fama
a costa de lo que sea, abusando de la confianza de la gente. Dirigentes de
sindicatos y políticos de Andalucía se han enriquecido con fondos de formación
que han ido a parar a sus bolsillos, demasiados miembros del Partido Popular se
han enriquecido actuando fuera de la Ley y de la ética.
Vemos
que existen asociaciones políticas, religiosas, benéficas, etc. que no son otra
cosa que asociaciones de malhechores (Que me disculpen las excepciones). Y
ahora, además, tenemos a los que se aprovechan del movimiento 15 M, el
movimiento limpio y honesto de los que están hartos del expolio generalizado
por parte de políticos y bancos. Se trata de unos listos que aprovecharon este
movimiento con intenciones de retomar la conducta de los cerdos de Orwell. Estos
listos se erigieron en un partido político llamado Podemos y
se situaron a la izquierda, como no podía ser de otra manera, en el
comunismo duro, para la defensa de los más vulnerables ante el corrupto
poder político y económico. Y ahora Podemos se aprovecha de la
falta de conciencia histórica de una parte de la población.
En
el siglo XX los comunistas derramaron más sangre que nadie; sí, el comunismo
ha sido el defensor de los trabajadores asesinando a todos los que no
estaban de acuerdo con su despotismo (Mao, Stalin, Kim Il Sung, Pol Pot,
Castro, etc), aunque el partido comunista de España ya está civilizado, da
pasos inciertos dentro de su modestia, y relanpaguea posturas demagógicas para
que las escuche la buena gente que los vota. Garzón es ingenuo o demasiado
listo, no lo sé, y se le nota cuando habla; es un individuo que, gracias a su
oratoria, ha encontrado una vía para sentirse fuera de la mediocridad
intelectual a la que está atado.
El comunista Stalin mató casi a la mitad de ciudadanos de su
inmenso país, Mao, Pol Pot y sus Jemeres Rojos hicieron lo mismo. Todos los que
no estaban de acuerdo al paredón. Tenemos necesidad de conocer la historia, de
leer a George Orwell, en su rebelión en la granja, por
ejemplo. Allí los cerdos se rebelaron contra los dueños de la granja, los
mataron y se colocaron ellos mismos como Politburó para
defender a los indefensos, y así los cerdos en el poder comenzaron a matar a
todo aquel que abriera la boca ante la injusticia que contemplaban: esos
cerdos, ídolos de la revolución comunista, comían los mejores manjares y
ocupaban los más lujosos aposentos, mientras los demás pasaban hambre y dormían
en chozas. El que no estuviera de acuerdo al paredón. Eso parece que pretende
el partido político comunista Podemos, que
comenzó la andadura nutriendo sus arcas impunemente con dinero que roban al
pueblo las dictaduras de Irán y Venezuela (países donde los ciudadanos pasan
hambre). En Podemos se utiliza una retórica que en la historia
ha sido la de los asesinos, la misma retórica de los cerdos de Orwell,
la misma retórica del comunista Fidel Castro, quien a fuerza de hacer pasar
necesidades a su pueblo, según parece, es uno de los hombres más ricos del
mundo. Se trata de la retórica que enlaza una palabra con otra con energía, con
ímpetu: una elocuencia contundente que utiliza Pablo Iglesias. Nos
engañan. Es también la misma retórica de Hitler que enardecía al pueblo y
lo enfurecía contra el poder establecido y legítimo para derrumbarlo y así
poder tomar ellos el poder y matar a todo aquel que no estuviera de
acuerdo. El pueblo teutón se convirtió en una masa que levantaba los
brazos y gritaba, una masa gregaria estúpida que no se daba cuenta de la
trampa. Después sí, después se dieron cuenta de la barbaridad que habían
cometido (era demasiado tarde), cuando sus casas estaban en ruinas y sus
hombres muertos en las cunetas y en los verdes campos europeos. No sé si se
curará alguna vez la maldita herencia o siempre estará en la conciencia de los
alemanes la estupidez y el fanatismo de sus antepasados.
En
Venezuela, Chávez adoptó la estrategia de Hitler con modales bananeros y
payasadas, una estrategia destinada a obtener votos, engañando y disfrazando de
benevolencia su maldad. Por eso yo, desde mis letras, lanzo una alarma:
leed la historia y veréis cómo siempre se repite, siempre se repite. Así que
hay que cortar las alas a los nuevos dictadores, sean de izquierda o de derecha. La historia nos enseña cómo se
presentan ante el pueblo, se ha repetido demasiadas veces esta historia. Ya
conocemos su histrionismo y su disfraz benefactor, por eso no podemos permitir
que nos dejen lisiados a todos. España ya ha tenido suficientes dictadores, no
necesita más.
No
nos engañemos, no hacemos ningún favor al país votando a Podemos. No
nos engañemos, no nos hagamos más daño votando a una pandilla de fanáticos que
se aprovechan de la brecha abierta en el pensamiento de la gente por esa
maldita corrupción generalizada. Podemos no
es la solución, la solución es la justicia y el Estado de Derecho, la solución
es que entren en la cárcel los corruptos y que votemos por la unidad y la paz
entre los españoles. El segundo de Podemos, Errejón, es una
especie de loro que copia la férrea cantinela del jefe Iglesias. No seamos una
masa estúpida como tantas que ha habido en la historia, demos un paso
inteligente y votemos a los que son razonables.
Creo
que los partidos políticos son culpables de la corrupción. Para decir eso me remito a unas letras de Víctor Hugo: El culpable no es aquel que comete el delito sino quien instaura las condiciones para que éste sea cometido. A pesar de esto, los
individuos corruptos van quedando fuera, dimiten, son o serán investigados,
están o estarán en la cárcel. Los que queden serán más honestos que sus
antecesores y así se irá depurando el sistema, pero no mucho porque las condiciones para cometer delitos siguen intactas, no se instauran auditorías férreas para controlar a los que tienen el poder de firmar cosas.
Rajoy no ha dado la talla como
jefe de la derecha, Rajoy es un tecnócrata que se deja aconsejar por quien no
debe. Y ¿qué pasa con la izquierda razonable? Pues que Pedro Sánchez se ha dejado comer demasiado terreno por los comunistas. Rivera parece
impoluto. Pero no se ve nada claro y estable en el abigarrado horizonte de la política. Lo que interesa a
la mayoría, la mayoría que según la Carta Magna ostenta el poder, lo que
interesa a la Constitución española es que continúe la alternancia de poder que
ha existido durante estos años de democracia, y que haya paz, trabajo y estabilidad.